Como sabemos, es necesario realizar un mantenimiento periódico de nuestro robot aspirador Roomba para evitar que se deteriore y que el cúmulo de suciedad interfiera en su correcto funcionamiento.
Al igual que los cepillos y el depósito, los filtros deben ser limpiados de vez en cuando para que Roomba siga limpiando con total eficacia.
Si normalmente vaciamos el depósito cada 2 o 3 ciclos (dependiendo de la suciedad del espacio), los cepillos deben ser limpiados cada vez que se usa o cada dos veces como mucho, los filtros también conviene limpiarlos de vez en cuando, para evitar reemplazarlos tan asiduamente.
¿Cómo extraigo el filtro?
Es extremadamente sencillo extraer el filtro de tu Roomba, simplemente hemos de retirar el depósito de nuestra Roomba y en él encontraremos el compartimento para el filtro. Basta con abrirlo y extraerlo como vemos en la imagen.
¿Cómo lo limpio?
Lo más recomendado por iRobot es proceder a una limpieza mediante aire comprimido, de esta manera las partículas que quedan atrapadas en las finísimas fibras del filtro, pueden eliminarse mejor. Si bien es cierto, no todos tenemos acceso a esta herramienta, por lo que podemos limpiarlas bajo el grifo con un poco de presión en el agua o dejarlos a remojo. No es recomendable usar jabones o frotar, teniendo en cuenta la delicadeza de los filtros, pueden sufrir daños.
Lo más importante del lavado de filtros no es el lavado en sí, sino el secado. Tenemos que tener la completa seguridad de que el filtro no está mojado ni húmedo al colocarlo y volver a usar nuestra Roomba, pues recordemos que cualquier absorción de humedad podría dañar el robot, además de anular la garantía del mismo.
Una vez limpios y secos, los devolvemos al compartimento y nuestra Roomba volverá a atrapar la suciedad como siempre. Si bien es cierto, pese a que podamos limpiarlos de vez en cuando, es conveniente cambiar los filtros de nuestra Roomba para asegurar la recogida de toda la suciedad.
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